Las tarjetas virtuales son formas de pago alternativas de uso exclusivo de compras por móvil o Internet y son generadas sin soporte físico. Son un instrumento financiero que facilita los pagos online, sin exponer tus datos bancarios asociados a tus cuentas. Es, por lo tanto, un método seguro para realizar tus transacciones en la web.
Cómo funcionan las tarjetas virtuales
Las tarjetas virtuales operan en el mercado electrónico como tarjetas prepagas, lo cual supone un límite en la cobertura dispuesto por el titular que se corresponde con el monto de la operación que tiene programada con anticipación.
Para solicitar tu tarjeta virtual debes dirigirte a la entidad financiera que administra tus cuentas bancarias. Esta emitirá un código que identificará el número de tu tarjeta virtual, además contará con el importe de la operación, la fecha de vencimiento, el concepto por el cual fue expedida y el Código Valor de Verificación o CVV.
En virtud del incremento de compras en línea, casi todas las entidades financieras ofrecen este producto, generalmente gratuito o a un costo irrisorio.
La seguridad es una constante para efectuar compras electrónicas y es la base fundamental del éxito experimentado por las tarjetas virtuales, que de forma vertiginosa se ha posicionado en la preferencia de los compradores online.
Ventajas de las tarjetas virtuales
Como métodos de pago han ido superando a las tarjetas de crédito tradicionales por la confianza y familiaridad que a los cibernautas les han generado.
Entre las ventajas que les han permitido ir ganando terreno en la red, podemos destacar:
- Con la diferencia de que no poseen un formato físico, son emitidas como cualquier tarjeta de crédito o débito. Constan de una numeración, fecha de caducidad, código de seguridad, omitiendo el nombre del titular, lo que ayuda a proteger los datos personales.
- El monto es designado por el usuario para pagos puntuales lo que permite controlar tus gastos, sin sufrir sobregiros.
- La fecha de vencimiento se limita a plazos cortos. Pueden ser horas, semanas o meses, según lo que hayas programado o seleccionado.
- Los comercios virtuales nunca manejarán tus datos privados, ya que los requisitos básicos que te piden son: el número de tu tarjeta virtual, caducidad y el código de seguridad.
- La seguridad de las transacciones es el argumento fundamental que dio origen a la creación de este producto financiero, con el objetivo de evitar operaciones fraudulentas.
- Generalmente es un servicio gratuito que ponen en tus manos las entidades bancarias ante el auge de las compras virtuales.
Comprar con seguridad
La desconfianza de las personas al momento de facilitar su información personal y financiera en la web es lo que ha estimulado el incremento del uso de las tarjetas virtuales como una respuesta eficaz con el fin de resguardar tu identidad y datos bancarios.
Las tarjetas virtuales funcionan como un puente entre tus cuentas y el comerciante electrónico, ocultando tu identidad para evitar robos o vulnerabilidad de tu privacidad.
Es por ello que la cualidad más notable que brinda una tarjeta virtual es proteger a quienes día a día se suman al comercio electrónico.
Aunque la ciberdelincuencia siempre está activa, recuerda que jamás podrán obtener tu información confidencial. En el caso hipotético de operaciones fraudulentas, no pueden robar más allá de la cantidad designada y su fecha de caducidad. Tampoco pueden aplicar en establecimientos físicos aun cuando hayan extraído toda la información.
Para quién está diseñada la tarjeta virtual
Toda persona dispuesta a realizar sus compras por móvil o Internet puede ingresar al fascinante mundo del comercio online con la certeza de haber seleccionado el método de pago electrónico más reconocido, aceptado y exclusivamente diseñado para tal fin.
La expansión de los mercados virtuales ha orientado el fortalecimiento en cuanto a la prestación de este servicio por parte de las entidades bancarias.
Cada emisor de tarjetas virtuales tiene sus propias políticas y protocolos. No obstante, te permite crear tu tarjeta virtual, recargando el monto requerido y la caducidad de la misma.
El requisito formal que se exige para afiliarse al servicio de tarjetas virtuales es pertenecer a la cartera de clientes del ente emisor.
Características de las tarjetas virtuales
- Protegen tu identidad, omitiendo el nombre del propietario.
- Aun cuando cada empresa tiene sus reglas, las variaciones son mínimas y básicamente constan del número de identificación de la tarjeta conformado por 16 dígitos, fecha de vencimiento, el CVV y el importe de la transacción.
- Su naturaleza es virtual, por ende, no tiene un formato físico.
- Es un producto que es ofrecido de forma gratuita, sin comisiones ni cargos de membresía.
- Cuenta con un saldo predeterminado que no te permite importes ilimitados.
- Está ajustada y diseñada para las compras electrónicas.
- Puedes usarla desde cualquier lugar donde te encuentres.
- Son reconocidas y aceptadas por un gran número de tiendas virtuales alrededor del mundo.
Limitaciones de las tarjetas virtuales
Aunque las tarjetas virtuales tengan limitaciones no dejan de ser un instrumento financiero novedoso y de gran utilidad para los pagos en la red.
Una de las principales limitantes es que solo pueden ser empleadas para compras electrónicas, muy similar a una tarjeta de telefonía prepaga y no como una tarjeta de crédito.
Además, no son recomendables para cargos periódicos frecuentes debido a su característica de expiración a corto plazo.
Asimismo, no debes aplicar cuando el objeto de la compra sea susceptible de cambios o devoluciones del artículo, ya que puede ocasionarte serios inconvenientes, en caso que haya vencido el plazo de la tarjeta virtual.
El comercio online y las tarjetas virtuales
El mercado virtual es una realidad que cada día va invadiendo nuestros hábitos de consumo y compras cotidianas. Adquirir productos y servicios por Internet es una necesidad que se ha incorporado gracias al desarrollo de la tecnología, poniendo a nuestro alcance todo aquello concebido para satisfacer nuestros requerimientos de consumo.
Es por tanto predecible la importancia que recaerá en la demanda de tarjetas virtuales en un futuro como forma de pago, ajustado específicamente a ese ámbito.
Las posibilidades de convertirse en una herramienta imprescindible y de primera necesidad en las compras vía web son proporcionales al auge de la comercialización por Internet.